Lo primero es el enfoque estratégico. Manténgase orientado a la rentabilidad. La clave: el control permanente. Rentabilidad por la vía del precio. Rentabilidad por la vía de los costes.
Guías, planteamientos y métodos prácticos de gestión que le permitirán alcanzar uno de los objetivos fundamentales de su empresa: la generación continua beneficios.